The Icarus Line surge como una banda de Hard Rock, con sede en Hollywood, Los Angeles, de las cenizas de la que había sido una banda de punk de instituto, los Kanker Sores, en 1998.
Con un sonido similar al de Black Flag y los Stooges, llegan a la fama cosechando éxitos en un estilo cargado de protopunk, retrorock y similares. La influencia de estas dos bandas es impresionante, como puede apreciarse en la manera de cantar de Joe Cardamone, que recuerda a la voz en el legendario Raw Power de la banda Iggy Pop.
Sin embargo, este (su segundo disco) parece tambien influenciado por la banda The Birthday Party, y su sonido acaba siendo radicalmente distinto al de su anterior trabajo, el debut "Mono" (2001)
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A mi criterio este album es interesante musicalmente, en melodías y ritmos para su estilo. Sin embargo, la banda crea una atmósfera sobresaturada de ruido y disonancias, en cierto modo imitando la perspectiva de líneas más fugaces y escuchables del Noise Rock (Velvet Underground en "White Light/White Heat") y no profundizando en el avant-noise (Después de Nunca) y ni mucho menos el Ruidismo en su máxima y directa expresión (Akauzazte)
Y, como hemos visto, hasta para hacer ruido hay que tener talento. Este punto hace perder a la banda, para mí, todo o casi todo su poderío o fuerza. Llamémoslo "Contundencia", dejando únicamente una canción salvable en todo el disco.
La misma creación ha acabado por autodestruirse.
Queridos Icarus Line:
El Ruido es el enemigo de la música.
(a no ser que hagas noise rock o ruidismo, pero no es el caso)
PERSONAL
- Joe Cardamone – Voz
- Jeff "The Captain" Watson - Batería
- Don Devore – Bajo
- Alvin DeGuzman - Guitarra
- Aaron North – Guitarra
- Jon Wahl – Saxofón en "White Devil"
- "Dirty Lil Louis" – "Pulse"/808 en "Meatmaker"
TRACKLIST
- "Up Against the Wall Motherfuckers"
- "Spit on It"
- "On the Lash"
- "Caviar"
- "Spike Island"
- "Kiss Like Lizards"
- "Getting Bright at Night"
- "Big Sleep"
- "White Devil"
- "Meatmaker"
- "Virgin Velcro"
- "Sea Sick"
- "Party the Baby Off"
White Devil.
La cual, a decir verdad, es bastante mortal. Sin embargo, esos ruidos que se aprecian de fondo son los que llenan el resto del disco.
Para el que se haya quedado con ganas: On The Lash, Kiss Like Lizards y Caviar, por ejemplo.
EN CONCLUSIÓN
The Icarus Line, en este disco, no se muestra como una banda escuchable a largo plazo. La primera impresión puede ser de rebeldía, claramente, y de un sonido interesante, pero que en el fondo acaba volviéndose terriblemente tedioso y casi inescuchable.
Os lo juro, tenedlo en el Ipod un mes, escuchad el aleatorio y acabaréis queriendo el suicidio.
Y por esto y algo más me veo obligado a discrepar con la inmensísima mayoría de críticos, que la incluyeron en los 1001 discos que hay que oír antes de morir y consideraron como uno de "los mejores lanzamientos de 2004"
NOTA: 3/10
NOTA: 3/10
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